jueves, 5 de noviembre de 2009

HISTORIA DEL FISIOCULTURISMO




La utilización de pesos y halteras, como método físico para desarrollar la fuerza muscular tiene un origen remoto y documentado en numerosas civilizaciones antiguas. El levantamiento de peso, entendiédolo como desmostracioón de fuerza, fue conocido en la vieja China, en el imperio Asirio-Bavilonio, en el antiguo Egipto, en la cultura Maya entre las tribus bárbaras de Germania y Britania. Aunque sin duda, el primer antecedente del ideal fisicoculturista, el entrenamiento del cuerpo humano se encuentra en la Grecia clásica, como lo atestiguan el magnífico arte helénico y los restos arqueológicos de aquel período que prueban el uso de pesas y halteras para ejercitarse y desarrollar la fuerza por parte de los atletas griegos. Roma, continuadora de la cultura helena, aportará el concepto y la práctica del “gimnasium” como centro de esparcimiento y acondicionamiento físico.
Posteriormente, tras la caida del imperio Romano y el subsiguiente oscurantismo cultural que se prolongó hasta el Renacimiento, el interés por la condición física desaparece, volviendo a resurgir tibiamente en el siglo XVI, cuando algunos tratadistas ingleses y franceses publican trabajos que tratan de la bondad del ejercicio corporal. En el siglo XVIII, El español Francisco de Paula Amorós escribe un Tratado de Cultura Física y Moral en el que preconiza el uso de halteras para mejorar físicamente.
El siglo XIX, con la consolidación de la revolución industrial y la mecanización, impone un nuevo orden social que incrementará definitivamente el interés por la cultura física. En Suecia el pedagogo y poeta Per Henrik Ling (1776-1839) publicaba en 1813 su obra “Fundamentos generales de la gimnasia” en la que se daba a conocer el famoso método hoy conocido como Gimnasia Sueca. Este divulgado sistema de acondicionamiento físico, que, al no utilizar resistencias, parece no tener relación con el fisicoculturismo, aporta una gran base técnica para la mecánica de los movimientos y el trabajo especílfico de la zona abdominal.
Por los mismos años, en 1811, el prusiano Friedrich Ludwing Jahn (1778-1852) elaboraba un sistema de entrenamiento que incluía el empleo de pesos ligeros, método que tuvo una excelente acogida y se extendió por toda Alemania. No obstante, se atribuyen al francés Hipolito Triat (1813-1881) los primeros estudios encaminados a lograr desarrollo muscular con el empleo de las pesas. Triat no creía conveniente el utilizar grandes resistencias, pero destacó la necesidad de ellas. También advirtió que la educación física era una ciencia subjetiva e individual que debía aplicarse según las características físicas y emocionales de cada individuo. Las enseñanzas de Triat fueron recogidas y apliadas por Louis Boumarcher conocido tambien como profesor Louis Attila, que sistematiza los diferentes ejercicios entonces conocidos y establece los principios fundamentales del entrenamiento culturista. Posteriormente Boumarcher se traslada a Nueva Cork y abrirá un gimnasio en Broadway desde el que difundirá sus teorías por toda Norteamérica.
Continuando los estudios preliminares de Triat y Bourmachet, otro francés, Edmund Desbonet expone la teoría de un culturismo atlético e integral, con un entrenamiento que excluya los grandes esfuerzos y sobrecargas. Sistema que construye músculo elástico y resistente, pero de mediano desarrollo por la pronta adaptación del organismo a las resistencias bajas. Un gran discílpulo soyo fue Marcel Rouet, que tanto influyó en la primera época del culturismo español con su libro “Salud, Agilidad y Belleza Atlética”.Quien verdaderamente sienta las bases del fisicoculturismo moderno en su concepción teórica y práctica es el prusiano, luego nacionalizado en Gran Bretaña, Frederick Muller (1867-1925) conocido popularmente como Eugene Sandow, atleta de extraordinaria fuerza física y notable desarrollo muscular. Sandow realizó profesionalmlente, exhibiciones de fuerza que le dieron gran fama en Europa y América, y abrió un gimnasio en Londres en 1896, llegando a ser profesor de cultura física del rey inglés Jorge V. Al contrario de lo preconizado por la escuela culturista francesa, Sandow era partidario del entrenamiento con pesos elevados, pues entendía que el desarrollo muscular estaba directamente relacionado con la fuerza empleada y mantenía que no podría lograrse un gran volumen muscular sin un esfuerzo proporcional. Tambien se interesó por analizar y sistematizar el número de series y repeticiones a aplicar en cada ejercicio. Todo ello le convierte en innovador y fundador del actual fisicoculturismo.
Y ya en el siglo XX, el norteamericano Bob Hoffman daba a conocer su método Cork de entrenamiento con pesas, que conjunta sistemas clásicos de musculación con otros procedentes de la Halterofilia. Siguiendo a Eugene Sandow, Hoffman confirma que para aumentar el tamaño muscular deben emplearse pesos progresivamente más elevados, conforme la fuerza del atleta vaya aumentando. Hoffman difundió su método por todo el mundo mediante la revista STRENGTH AND HEALTH (“Fuerza y Salud”), que comenzó a editar en 1932 en Cork (Pensilvania).

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